ESPAÑA/AMÉRICA LATINA - ¿El nacimiento de una mirada horizontal?

El triunfo del candidato del Partido Popular, Mariano Rajoy, inaugura en España un nuevo horizonte de relaciones internacionales con América Latina. El último presidente del Partido Popular fue José María Aznar desde 1996 hasta 2003, época en la que América latina se encontraba en una profunda « crisis asiática ». Esta región atravesaba por una recesión económica indeseada: la tasa de crecimiento económico se contrajo del 5,3 % al 2,9% entre los años 1997 y 1998, igualmente hubo un índice de desempleo de 15,5% en el periodo 1997-1999. Esta situación obligaba tácitamente a América latina a una dependencia española.  Sin embargo, hoy en día, América latina ya no es la de los tiempos de Aznar. Ahora tiene un papel fundamental en la escena internacional, como región y también cada país de manera independiente.

La importancia de América latina en el mundo de las relaciones internacionales, y más precisamente en el dinamismo económico, se puede evidenciar en casos concretos : Tres países son miembros del G20, Argentina, México y Brasil ; este último es la octava economía del mundo, y dos otros países forman parte de la OCDE (México y recientemente Chile). De manera que el presidente Mariano Rajoy encontrará una América latina muy distinta a la de los años 90. Aún si las reformas que tienen que darse en América latina son muchas (fiscal, educativa, innovación tecnológica, reducción de desigualdades, fortalecimiento de los regímenes democráticos, etc.) es indudable la fuerza que presenta en materia económica gracias a la apertura de sus mercados hacia horizontes chinos.

 

Mariano Rajoy,

presidente del gobierno español,

y

Cristina Fernández de Kirchner,

presidenta de Argentina

en 2009 (EFE)

Este contexto abre un nuevo escenario para España y América latina. Una España deseosa de solapar su crisis económica y una América latina que pretende dejar de lado viejos mecanismos económicos, las exportaciones de materias primas. Estos intereses podrían ser productivos para ambos, siempre y cuando no exista una mirada vertical y de subordinación como ha existido hasta no hace mucho tiempo. ¿Asistiremos a una perspectiva horizontal e intersubjetiva dejando de lado el subjetivismo cartesiano, que aunque no sea propio de España se ha desarrollado fervorosamente?

Finalmente, el nuevo presidente del gobierno español tiene ahora la gran responsabilidad de implementar políticas económicas y monetarias con el fin de atenuar las crisis por la que atraviesa, en este sentido, América latina podría convertirse en una gran aliada.

Fuente : El País

Ronal Suarez