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Actualatina
13 novembre 2011

MÉXICO - A 29 años de la aplicación del Modelo Neoliberal

Durante los ochentas y noventas, la economía mexicana se vio afectada por un drástico proceso de ajuste estructural, en medio del estancamiento, la hiperinflación y una grave y recurrente inestabilidad económica. El nuevo paradigma económico puesto en marcha a raíz del agotamiento del modelo de sustitución de importaciones representó un viraje completo de la economía. En este sentido, se establecieron  nuevos objetivos encaminados hacia la corrección del déficit público, el equilibrio de la balanza de pagos y la contención de la inflación.  

En primer lugar, hay que señalar que la política comercial se enfocó a abrir y liberalizar abruptamente el comercio exterior sin importar la baja competitividad de los productos nacionales frente a los provenientes del exterior. Sumado a esto, el gobierno eliminó los programas sectoriales que protegían y subsidiaban el sector industrial y agrícola lo que profundizó las asimetrías entre México y sus principales socios comerciales, Estados Unidos y Canadá, afectando directamente a los pequeños y medianos empresarios y por supuesto a los campesinos.

De esta manera, la entrada masiva de las importaciones provocó el cierre de empresas que se dedicaban a abastecer al mercado interno y que generaban importantes fuentes de empleo. Aunado a esto, las empresas que lograron subsistir en este proceso comenzaron a adquirir sus insumos del exterior como estrategia para disminuir los costos y poder competir en el mercado internacional atenuando la desindustrialización del país. Al mismo tiempo en que se rompieron las cadenas productivas nacionales se fueron creando nuevas cadenas articuladas al sector exportador y controladas por empresas transnacionales que se ubicaron sobretodo en la frontera Norte del país.

El resultado de la apertura comercial fue un incremento de las importaciones superior al de las exportaciones, así de 1982 a 2008 las importaciones crecieron 18 veces mientras que las exportaciones se elevaron 12 veces, como consecuencia el saldo de la balanza comercial durante todo este periodo fue deficitario.

El siguiente aspecto al que se enfoco la política económica fue la contención de la inflación a no mas de 4 % anual. Los dos mecanismos principales que se utilizaron fueron: la austeridad del gasto público y el  control salarial -ambos orientados a deprimir la demanda agregada-, provocando  efectos perjudiciales sobre la población. Además, haber dado prioridad a la estabilidad económica dejando de lado el crecimiento conllevó a que durante estos 29 años de proyecto neoliberal en el país, creciéramos a una tasa promedio de 2.4 por ciento anual de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía, y en términos per cápita sólo 0.9 por ciento. 

Al mismo tiempo, el bajo dinamismo del PIB provocó que se generaran muy pocos empleos que no fueron capaces de absorber el crecimiento de la oferta de la mano de obra, en este proceso quiénes resultaron más afectados fueron los jóvenes y de ellos sobretodo los que cuentan con estudios de nivel superior, es decir la fuerza de trabajo más capacitada. En esta problemática el creciente número de desempleados encontró varias estrategias para superar su condición entre ellas: insertarse a la economía informal, emigrar o en el peor de los casos integrase a las actividades propias de la economía subterránea como el contrabando y/o el narcotráfico.

Tasas de crecimiento anual del PIB a precios de 1993 y de la inflación (2002=100), 1982-2008:

grafica_PIB

Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI para el crecimiento y del Banco de México para la inflación

Asimismo, se insistió sobre la disminución del déficit público vía recortes al gasto social, aumento de las tarifas de los servicios públicos y venta de las paraestatales, lo que afectó directamente a la población y al país debido a la pérdida de importantes activos estatales. Así, en aras de lograr el equilibrio de las finanzas públicas asistimos a un deterioro social sobretodo en las áreas de salud, alimentación, vivienda, lo que provocó la reaparición de viejas enfermedades como el cólera que ya se habían logrado controlar e inclusive en el último año 2009 se propagó la pandemia de la influenza evidenciando que el sector salud atraviesa por una crisis a causa del insuficiente presupuesto que se le destina.

Como vemos, la aplicación del recetario neoliberal provocó efectos macroeconómicos perjudiciales que no sólo afectaron a la población más vulnerable del campo y la ciudad sino que también lo resintieron las clases medias. Así, podemos afirmar que el modelo de libre mercado presenta muchos más desaciertos que beneficios, en el ámbito social los efectos negativos más destacables son los siguientes: la caída del salario real en un 50%, el aumento del desempleo, un mayor número de pobres que alcanzaron para el 2008 según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) el 47.4% de la población mexicana, lo que representó en números absolutos la cantidad de 50,550,829 de pobres, mientras que con el Método de Medición Integral de la Pobreza que propone el investigador Julio Boltvinik el número de pobres alcanzó para el 2008 los 80 millones de habitantes, lo que a su vez produjo secuelas colaterales como el aumento del contrabando y del narcotráfico.

Por lo tanto, habría que replantear la política económica mexicana a fin de alcanzar un nivel de desarrollo económico sostenible y no sólo pensar en combatir la inflación o en lograr un mayor crecimiento económico. Ya que si no se crean los mecanismos que permitan resolver el grave problema de la inequidad social con mejoras profundas en la distribución del ingreso, en el país seguirán prevaleciendo los altos niveles de pobreza y de desigualdad económica.

Fuentes: INEGI, BM, FMI, Banxico, CONEVAL

Blanca Guzmán

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